La debilidad y la atrofia muscular son alteraciones comunes después de una lesión musculoesquelética. El entrenamiento de restricción del flujo sanguíneo (BFR, también comúnmente denominado oclusivo) ofrece la capacidad de mitigar la debilidad y la atrofia sin sobrecargar los tejidos en cicatrización. Parece ser un enfoque seguro y eficaz para el ejercicio terapéutico.
El entrenamiento de restricción del flujo sanguíneo se puede utilizar para aumentar las ganancias de fuerza e hipertrofia durante las primeras fases de la rehabilitación, cuando es posible que el paciente no tolere cargas más altas.
La evidencia sugiere que el entrenamiento de restricción del flujo sanguíneo puede mejorar la función y los resultados del dolor más allá del entrenamiento de resistencia tradicional en personas con lesiones articulares.
Después de la cirugía de reconstrucción del ligamento cruzado anterior, devolver la rodilla a los niveles previos de fuerza y función es un desafío, y el no hacerlo se asocia con un mayor riesgo de una nueva lesión y problemas degenerativos a largo plazo.
La restricción del flujo sanguíneo (BFR) está ganando popularidad como técnica de rehabilitación; sin embargo, sus efectos sobre biomecánica articular todavía no ha sido estudiados en profundidad.
En el siguiente VIDEOpaper estudiaremos los efectos agudos del BFR, a nivel artrocinemático y artrocinético.