El equilibrio es bastante estable hasta los cincuenta años, después disminuye rápidamente, lo que afecta la autonomía y aumenta el riesgo de caídas y otros resultados adversos para la salud.
Desafortunadamente, a pesar de su relevancia ampliamente reconocida, el equilibrio no se evalúa de forma rutinaria en la mayoría de los entornos clínicos en personas mayores.
Esto puede atribuirse en parte a la mala estandarización de las pruebas de equilibrio.
Por otra parte, la fuerza de prensión de manual (fuerza de agarre) tiene una validez predictiva para el deterioro de la cognición, la movilidad, el estado funcional y la mortalidad en poblaciones mayores.
En el siguiente VIDEOpaper, aprenderemos dos pruebas, un test de equilibrio y otro test de fuerza muy fáciles y rápidos de realizar; ambos son muy interesantes.