El pie humano es una estructura compleja con múltiples articulaciones y grados de libertad que desempeñan importantes funciones en actividades estáticas y dinámicas.
Como primer enlace entre el cuerpo y el suelo, el pie absorbe las fuerzas del contacto con el suelo, soporta el peso corporal durante la fase de apoyo y genera fuerzas para la propulsión.
Los músculos intrínsecos del pie (MIP) son los principales estabilizadores locales del pie y forman parte de los subsistemas activo y neural que componen el sistema central del pie. Estudios han demostrado un papel potencial de los MIP en el soporte del arco funcional del pie. Varios investigadores han abogado por el fortalecimiento de los MIP en el tratamiento de lesiones como el dolor plantar del talón, los esguinces laterales de tobillo y la inestabilidad crónica del tobillo. Además, pruebas recientes sugieren que es más probable que estos músculos proporcionen estabilidad al antepié durante el despegue, lo que cuestiona la teoría de que el origen de la rigidez en esta fase estaba relacionado con el estiramiento de la aponeurosis plantar mediante la extensión de los dedos (mecanismo de molinete). Esto subraya la necesidad de intervenciones que mejoren la contribución de los MIP a la estabilidad del arco del pie.
El ejercicio del pie (SHORT FOOT) es una intervención popular para entrenar el control y la capacidad del MIP. Las personas con pies sobrepronados redujeron la deformación del pie y demostraron una mejora del control postural dinámico tras el entrenamiento. Sin embargo, este ejercicio sigue siendo un reto y requiere un buen control volitivo de los MIP, especialmente del abductor hallucis (AbH), un músculo difícil de activar para los individuos sanos. Para contrarrestar esta dificultad, varias sesiones de estimulación eléctrica neuromuscular (EENM) aumentaron el reclutamiento de los MIP, mejoraron los patrones de presión del pie y la estabilidad del arco plantar, y aumentaron indirectamente la fuerza y la actividad del abductor hallucis en comparación con el ejercicio corto del pie solo. Sorprendentemente, incluso una sola sesión de EENM de 20 minutos en el abductor hallucis indujo un efecto inmediato y duradero que mejoró la elevación funcional del arco plantar. Estos prometedores resultados fueron confirmados recientemente, que informaron de que una sesión de EENM del abductor hallucis mejoró inmediatamente su actividad, fuerza muscular y ángulo del hallux valgus durante el ejercicio. Sin embargo, aún no está claro si una sola sesión de EENM en comparación con la estimulación simulada mejoraría la fuerza del pie, la estabilidad del pie y el control postural dinámico, como se ha informado tras un protocolo de fortalecimiento con EENM de varias sesiones. Tampoco está claro si los cambios en estos resultados son verdaderas mejoras más allá del error del instrumento utilizado para capturarlos.
En el siguiente VIDEOpaper, aprenderemos una efectiva forma de combinar ejercicios con electroestimulación para el fortalecimiento de los músculos intrínsecos del pie, para mejorar la estabilidad y el control postural dinámico (SEBT).