Acelerar la regeneración de tendones y ligamentos es un aspecto clave.
Las lesiones de los tejidos blandos, las que afectan a los músculos, los tendones y los ligamentos, son extremadamente comunes en todos los niveles del deporte.
Tenemos que conocer que los tendones y los ligamentos se agrupan a menudo en una sola categoría debido a semejanzas en su composición molecular, estructural y función general.
En el deporte juvenil, el 50% de todas las lesiones son esguinces. En el atletismo universitario, la tasa de esguinces de tobillo se mantuvo relativamente constante, a ~ 1 lesión por cada 1000 h exposición deportiva, durante 15 años entre 1988 y 2004. Por el contrario, las rupturas del ligamento cruzado anterior (LCA) aumentaron un 1,3% por año a 0,14 por 1000 h durante el mismo período de tiempo.
En los deportes profesionales, la incidencia de lesión de tejidos blandos alcanza el 60% para la Premier League y casi el 70% en la NFL.
Más allá de las poblaciones deportivas, las personas diabéticas son hasta diez veces más propensas a experimentar lesiones tendinosas que los no diabéticos.
Además, las lesiones de los tendones aumentan con el envejecimiento, como lo demuestra el hecho de que el 80% de las personas con 80 años han experimentado alguna ruptura tendinosa.
A pesar de que las lesiones músculo-esqueléticas son extremadamente comunes y tienen enormes repercusiones personales, competitivas y financieras, muy pocos avances se han hecho en la prevención de estas lesiones de tendones y ligamentos