Ejercicios para la rehabilitación de los hombros, mecanismos de feedback.
Aproximadamente 13.7 millones de personas en los Estados Unidos buscan tratamiento médico para el dolor de hombro cada año.
Las patologías más comunes incluyen el síndrome de impigment del hombro y tendinopatía del manguito rotador. Estas condiciones se asocian comúnmente con discinesia. La discinesia escapular es una alteración de la posición escapular estática y del movimiento de la escápula en dinámica.
Afortunadamente, como hemos aprendido en otros videopapers, la discinesia escapular pueden ser tratada eficazmente con ejercicios de rehabilitación.
Los ejercicios terapéuticos se utilizan para restaurar y mantener la función adecuada de los estabilizadores escapulares y la cinemática escapular normal. Los ejercicios deben dirigirse a los trapecios medios e inferiores, romboides y serratos anteriores, ya que estos son los músculos más comúnmente inhibidos, asociados con la disfunción escapular.
Es sugerido que los ejercicios terapéuticos deben provocar una alta actividad en los músculos del manguito rotador y baja actividad en la musculatura deltoidea, para minimizar la migración de la cabeza del húmero.
La amplitud electromiográfica (EMG) de la musculatura del hombro se estudia comúnmente para evaluar la idoneidad de un ejercicio.
La amplitud EMG puede ser usada para determinar hasta qué punto un músculo es activo a lo largo de un rango de movimiento. Además, una mayor amplitud EMG del serrato anterior después de los programas de entrenamiento contribuye a una reducción del dolor y mejora de la función del hombro.
Los estudios han evaluado el feedback externo (retroalimentación externa) respecto a la cinemática del hombro y la activación muscular. Sin embargo, no está claro qué método de retroalimentación proporciona los resultados más eficaces.
En el siguiente VIDEOpaper, aprenderemos que feedback aumenta más la amplitud EMG de los músculos serrato anterior, trapecio superior, medio e inferior y deltoides anterior y posterior.