La dorsiflexión o flexión dorsal del tobillo es un componente importante en aterrizaje de salto, ya que contribuye en la absorción de la carga de las extremidades inferiores (Malliaras, Cook, & Kent, 2006).
Al aterrizar desde un salto, el antepié generalmente entra en contacto con el suelo y luego el tobillo se mueve en dorsiflexión. De hecho, se ha sugerido que la reducción del rango de dorsiflexión del tobillo puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de la tendinopatía rotuliana y es también un factor de riesgo para lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA) y otras lesiones de miembros inferiores en deportistas (Fong, Blackburn, Norcross, McGrath y Padua, 2011, Gabbe, Finch, Wajswelner y Bennell, 2004, Malliaras et al., 2006).
Además, una dorsiflexión restringida ha sido asociada como un factor que contribuye a las lesiones por uso excesivo (Warren y Jones, 1987).
Entre los deportistas, el uso bandas elásticas compresivas (“floss band”) se está convirtiendo en una estrategia muy popular para aumentar la amplitud articular, la prevención o rehabilitación de las lesiones y mejorar el rendimiento deportivo, a pesar de las limitadas pruebas científicas de su eficacia.
El uso floss band consiste en una banda de elástica de goma alrededor de una articulación o músculo, ocluyendo parcialmente el flujo sanguíneo mientras a menudo son realizadas tareas movilidad durante 1-3 minutos.
Esta técnica ganó popularidad a través del libro de Starrett y Cordoza (2013), donde los autores introdujeron la compresión de la banda para aumentar el recorrido articular, postularon que los mecanismos potenciales detrás del beneficio de usar bandas se pueden atribuir al cizallamiento fascial y / o a la reperfusión de sangre al músculo.
Mientras que los estudios científicos sobre las floss band actualmente son casi nulos, los mecanismos implicados pueden ser similares a los del entrenamiento de la restricción parcial del flujo sanguíneo, por el cual, la reperfusión de la sangre a la zona ocluida, la hormona del crecimiento y las respuestas catecolaminas podrían argumentar parte de los efectos (Reeves et al., 2006, Takarada et al., 2000).
Además, en modelos animales, se ha demostrado que la acción isquémica temporal mejora la eficacia de la contracción muscular, posiblemente aumentando la fuerza muscular y la contractilidad (Lawson & Downey, 1993) y/o mediante una mayor eficacia del acoplamiento excitación-contracción (Pang et al., 1995).
Con el siguiente VIDEOpaper aprenderemos los efectos del uso de las bandas aplicadas a la articulación del tobillo, en la movilidad del tobillo y la altura de salto monopodal.
REFERENCIA DEL VIDEOPAPER:
Driller MW, Overmayer RG. The effects of tissue flossing on ankle range of motion and jump performance. Phys Ther Sport. 2016 Dec 12;25:20-24.